martes, 3 de marzo de 2009

Mis cordones sueltos

Por favor, corre, -deja mis cordones—
no quiero que los ajustes
me quiero tropezar,
quiero caer,
y ensuciar un poco mi vestido,
¡yo me puedo levantar¡ -deja mis cordones sueltos—

¡Si ves! Me gritaste con esa cara de enojo,
mira lo que te pasa, me hablaste con pesar…
te respondí con rabia y con lagrimas en mi cara
-ya sé, ya sé parezco una muñeca rota, rota—
-no importa, deja mis cordones sueltos,
que quiero seguir tropezándome—
-recuerda: ya soy una muñeca rota


Imagen: Hans Bellmer

1 comentario:

Pedro Cárdenas dijo...

Que buena¡¡¡¡ es muy buena¡¡¡me ha llegado al estómago y me dejó con la mano en la boca

un abrazo