no quiero que los ajustes
me quiero tropezar,
quiero caer,
y ensuciar un poco mi vestido,
¡yo me puedo levantar¡ -deja mis cordones sueltos—
¡Si ves! Me gritaste con esa cara de enojo,
mira lo que te pasa, me hablaste con pesar…
te respondí con rabia y con lagrimas en mi cara
-ya sé, ya sé parezco una muñeca rota, rota—
-no importa, deja mis cordones sueltos,
que quiero seguir tropezándome—
-recuerda: ya soy una muñeca rota—
-recuerda: ya soy una muñeca rota—
Imagen: Hans Bellmer
1 comentario:
Que buena¡¡¡¡ es muy buena¡¡¡me ha llegado al estómago y me dejó con la mano en la boca
un abrazo
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