miércoles, 11 de marzo de 2009

Hoy


Tengo una extraña tristeza,

una extraña nostalgia que se envuelve por mi cuerpo

baja por mi muslos y termina en mis pies descalzos, fríos, abandonados,

tengo un extraño dolor que cobra vida en mis entrañas.


Rodando, van mis lagrimas, por el suelo,

no entienden de esa extraña tristeza, ni de esa extraña nostalgia,

pero saben de ese dolor, que irrumpe en mis entrañas,

caen , y rodando se van solas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

La nostalgia, la melancolía, como el vino tienen su propio bouquet,aprendemos a disfrutarlo, a saborearlo, a sentir la uva, la madera, lo espeso en nuestras bocas y, un día, casi mágicamente, la nostalgia y la melancolía serán compañeras inseparables de nuestro viaje, sin que las lágrimas esta vez queden abandonadas, todo lo contrario, serán la evidencia de cuán humanos llegamos a ser... Muy bellas tus palabras!!!!